Buenas noticias para el Arrecife Mesoamericano: una mejora en su salud tras cinco años
ARRECIFE MESOAMERICANO — El Reporte de Salud del Arrecife Mesoamericano 2024 fue publicado hoy por Arrecifes Saludables para Gente Saludable (HRHP, por sus siglas en inglés), en colaboración con más de 70 organizaciones dedicadas a la conservación del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM) en México, Belice, Guatemala y Honduras, que en conjunto forman la Iniciativa Arrecifes Saludables (HRI, por sus siglas en inglés). Esta iniciativa regional proporciona datos sólidos y útiles promoviendo alianzas que permiten la gestión basada en los ecosistemas y la conservación adaptativa del Sistema Arrecifal Mesoamericano. Para este Reporte contamos con un total de 99 recolectores de datos de 41 organizaciones dedicadas al monitoreo de AGRRA.
Desde 2008, estos Reportes de la Salud del Arrecife han dado seguimiento a los indicadores de la salud de los arrecifes a lo largo del tiempo: cobertura de coral vivo, cobertura de macroalgas carnosas, biomasa de especies clave de peces herbívoros y comerciales. El monitoreo colaborativo utiliza métodos estandarizados y datos de cientos de sitios para proporcionar un análisis integral. La salud de los arrecifes se puede evaluar para cada indicador o para el Índice de Salud Arrecifal integrado, que considera por igual los cuatro indicadores. Las evaluaciones se pueden considerar a escala de sitio, subregión, país o del Arrecife Mesoamericano completo.
Las conclusiones del reporte de 2024 ofrecen una mezcla de esperanza y urgencia; a pesar de algunas mejoras, la salud general del sistema de arrecifes es frágil y enfrenta amenazas crecientes.
La salud del Arrecife Mesoamericano sigue siendo motivo de preocupación, ya que la mayoría de los 286 sitios monitoreados se encuentran en malas condiciones (39%) o críticas (23%). Sin embargo, los sitios en condiciones regulares y buenas han mejorado, aumentando del 20% al 28% y del 5% al 9% respectivamente. En las 18 subregiones hubo más mejoras que deterioros, pero ninguna está clasificada actualmente como en buenas condiciones y dos se consideran críticas.
Principales hallazgos:
- La salud de los corales se ha visto gravemente afectada por los brotes de enfermedades y el blanqueamiento, que han reducido la cobertura de coral del 19% al 17%. Resulta alarmante que la mortalidad haya continuado incluso después de que concluyeran los monitoreos. El blanqueamiento de 2023 fue el más grave registrado, ya que aproximadamente el 40% de los corales se vieron gravemente afectados y se observó una mortalidad significativa en varios sitios emblemáticos de los arrecifes.
- Poblaciones de peces: Como aspecto positivo, la biomasa de peces comerciales aumentó un 40%, en gran medida debido a medidas de cumplimiento más estrictas. La biomasa de peces herbívoros también experimentó un aumento del 30%, aunque cabe señalar que 9 de cada 10 peces loro siguen midiendo menos de 30 cm y las especies con mayor potencial herbívoro siguen siendo poco comunes. La población de especies de peces más grandes, como los pargos y los meros, sigue siendo preocupante, ya que el 67% de los pargos y el 78% de los meros son inmaduros. Esto pone en evidencia la necesidad de más regulaciones pesqueras e iniciativas de gestión pesquera dirigidas por la comunidad para permitir que las especies comerciales alcancen la madurez y repongan las poblaciones.
- Gestión: Las estadísticas de las áreas marinas protegidas (AMP) han mostrado pocos cambios, en particular en lo que respecta al porcentaje de las que gozan de protección total. Sin embargo, una aplicación más estricta de las normas parece haber dado lugar a una mayor biomasa de peces en las zonas totalmente protegidas y altamente protegidas. Para proteger aún más los ecosistemas marinos, es fundamental establecer límites basados en la ciencia sobre el tamaño, la captura y los esfuerzos de pesca, y al mismo tiempo lograr el objetivo de designar el 20% del mar como zonas totalmente protegidas. La participación activa de los pescadores en la gestión pesquera, junto con el apoyo económico y la formación de transición, es esencial para alcanzar estos objetivos.
- Preocupaciones sobre la calidad del agua: Los altos niveles de nutrientes, particularmente en la región sur, y las concentraciones inaceptables de patógenos de las aguas residuales de origen humano siguen poniendo en peligro la salud de los arrecifes. Se necesitan inversiones tanto del gobierno como del sector privado para implementar el tratamiento terciario de las aguas residuales con sistemas de gestión eficaces y para hacer cumplir las regulaciones nacionales alineadas con los estándares de calidad del agua de la Convención de Cartagena. Es necesario definir las capacidades de carga turística en las zonas costeras, y el Arrecife Mesoamericano debería ser declarado Área Marina Particularmente Sensible (AMPS) para asegurar su protección a largo plazo.
Buenas noticias para Guatemala: el Índice de Salud Arrecifal mejoró de 1.8 a 2.3 (de un total de 5), impulsado principalmente por una cobertura coralina “buena”, el aumento de peces herbívoros y una reducción en la presencia de macroalgas. Sin embargo, aunque la cobertura coralina sigue en “buenas” condiciones, el estado general del arrecife aún se califica como “malo”, en gran parte debido al estado “crítico” de la biomasa de peces comerciales afectada por la pesca no sostenible.
La MSc. Ana Giró, Coordinadora de HRHP Guatemala, subraya: “Guatemala ha logrado un incremento en la biomasa de peces herbívoros y una disminución de las macroalgas, un avance positivo para el país. Este resultado muestra los frutos de la veda iniciada por los propios pescadores en 2015 para proteger a los peces herbívoros, un esfuerzo comprometido por preservar los recursos. No obstante, para sostener este progreso y mejorar la salud de los arrecifes, necesitamos un enfoque integral: fortalecer la gestión de aguas residuales, el saneamiento y el control de la escorrentía agrícola para mejorar la calidad del agua. Proteger a los peces herbívoros permitirá que estos cumplan su rol esencial, apoyando la recuperación y crecimiento de nuestros corales. Además, se requiere fortalecer las pesquerías sostenibles, mejorar la cadena de valor de los mariscos incentivando la captura responsable y aplicando un control riguroso de las regulaciones de pesca. Al reforzar estas medidas y proteger sitios clave como el arrecife Corona Caimán, podemos recuperar las poblaciones de peces y apoyar tanto la biodiversidad como las pesquerías locales.”
La Dra. McField concluye: “Como reconocieron los líderes de estos cuatro países en su Declaración de Tulum de 1997, el Arrecife Mesoamericano es un recurso y una responsabilidad compartida. Debemos trabajar juntos para protegerlo, pero también hacerlo con una urgencia acorde con las crecientes y acumuladas amenazas a la existencia misma de los arrecifes de coral. Hacemos un llamado a los responsables de las políticas, las comunidades costeras, los donantes y los ciudadanos del mundo en todas partes para que tomen medidas AHORA que hagan las paces con la naturaleza, especialmente con nuestros asombrosos arrecifes de coral.